La pasión por la animación y el dibujo empezó cuando Manolo vio Bambi con 6 años: le impresionó tanto, que tenía la necesidad de hacer lo que vio en la gran pantalla. No le fue fácil dedicarse a la animación, por lo que compaginó sus estudios de ingeniería con el dibujo y el cine.

A partir de ahí, siguió aprendiendo, trabajando para grandes artistas, como Carlos Alfonso y Juan Pina (Los Picapiedra). Durante 15 años trabajó para las grandes compañías de animación y directores míticos como William Hanna (Tom & Jerry). Fue creciendo con la profesión, adaptándose así a la digitalización, aunque siempre se ha mantenido fiel a la animación 2D tradicional. 

Manolo Galiana fue premiado en 2022 por la Academia de Cine por su trayectoria profesional. Cuenta con numerosos premios y nominaciones por su participación en películas de animación como Chico y Rita (Fernando Trueba, Javier Mariscal y Tono Errando, 2010), El ilusionista (Sylvain Chomet, 2010) o Buñuel en el laberinto de las tortugas (Salvador Simó, 2018).